Kusen de Étienne Zeisler sobre el "Tenzo Kyokun" del Maestro Dogen [32/..]

KUSEN

 (enseñanza oral durante zazen)

"TENZO KYOKUN"

del

Maestro DOGEN

Comentarios de Ètienne Zeisler 

 [32/..]  

Martes 16 de diciembre 1986. (07:00 h)  

El Maestro Dogen explica con detalle lo que es kishin, el espíritu feliz. No es la simple felicidad, sino la profunda alegría de la práctica, la profunda alegría religiosa.

Escribió: “Es la mayor felicidad, haber podido nacer como ser humano con capacidad de preparar la comida para los tres tesoros. Nuestra actitud debe ser verdaderamente una actitud de alegría y reconocimiento. Debemos reflexionar también sobre lo que podían haber sido nuestras vidas si hubiésemos nacido en los reinos infernales, como jigoku, gaki, asura. Nuestras vidas hubiesen sido espantosas si hubiésemos tenido que sufrir las desgracias de estos cuatro estados, y de no importa que otra situación, entre los ocho estados miserables. Hubiésemos sido incapaces de practicar el Dharma con la fuerza de la sangha, aunque incluso hubiésemos tenido el deseo de hacerlo. Todavía peor, hubiésemos sido incapaces de preparar la comida con nuestras manos para ofrecerla a los tres tesoros. Nuestros cuerpos y nuestros espíritus habrían sido circunscritos por los límites de las aflicciones de este mundo, y habríamos tenido que sufrir el peso de esta carga”.

Los reinos infernales, las condiciones miserables, son las de nuestro espíritu. En los sutras se describen toda suerte de infiernos. Esto significa mirar nuestro propio espíritu. No es el infierno o el paraíso exterior. Sensei comentó muchas veces estos estados: naraka, o jigoku, el infierno, gaki, shikuso, asura, ningen, tennen o tenjo. En un pasaje anterior, Dogen le llama el Zen de los seis sabores. Este Zen de los seis sabores es diferente al Zen auténtico. El sabor de nakara, del infierno, del sufrimiento. Algunos sufren sin parar, tienen ganas de partir.

En el Japón, el hijo sucede a su padre monje. Recibe el siho, el templo. No hay necesidad de hacer zazen. Además no les gusta el zazen. Cuando se les habla de esto se ponen nerviosos. Si se practica en estas condiciones, es naraka, el infierno. Si se tiene otro fin que zazen, es jogoku. Debemos desarrollar el deseo de la práctica. Querer practicar zazen es muy importante. Para practicar zazen, debemos molestarnos, levantarnos por la mañana y venir al dojo, practicar con los otros. Es muy diferente de practicar solo en casa.

Gaki. Es el Zen de los seres hambrientos, que buscan ávidamente el satori, la iluminación, como un perro busca la carne. Durante el Sutra de la comida, separamos una miga de pan para los gaki, para los seres hambrientos. Esta miga no hay que comérsela. A veces, sin prestar atención, con un gesto maquinal. ¡glup! se traga. Se puede comprender exactamente quién es gaki, lo que es el gaki.

Shikuso. Es un animal, una fiera que no puede ser domesticada, que no puede ser amaestrada, Algunos vienen aquí para trabajar. Hay una carpintería. Para poder quedarse. O bien piensan.”Voy a ir a la Gendronnière, hay trabajo, algo de dinero. Hay que hacer zazen. Zazen está bien. Hay sesshins, las sesshins también están bien” Son como estos animales que no pueden ser domesticados.Su espíritu busca siempre alguna cosa, el abrigo, la comida. Volverse monje se convierte en una manera de sobrevivir. Es shikuso.

Asura. Es el Zen de guerrero o del combatiente. Hacen competiciones para obtener el satori, para abandonar el ego, para ser mushotoku, para practicar sesshins cada vez mas largas, para rivalizar con los otros. “Mi Zen es el verdadero Zen. Yo practico zazen a las cuatro de la madrugada como en los tiempos de Dogen, como está escrito en el Tenzo Kyokun”.

Son los cuatro estados, los reinos infernales. Después está ningen, es el Zen del ser humano ordinario. Se hace zazen para la salud, porque aclara el espíritu, porque es bueno para la columna vertebral… Es también el Zen de los que comparan: Zen y psicología, Zen y filosofía, Zen y ciencia, Zen y cocina, Zen y religión. Para hablar del Zen, para difundirlo, es eficaz hacer conferencias, asombrar. Pero esto no es el verdadero Zen. Incluso si se hacen conferencias, incluso si se habla mucho, si se compara el Zen con lo que sea, no tiene nada que ver con el verdadero Zen. Cuando es asunto del Zen auténtico, aparece zazen. Zazen se practica con el propio cuerpo y el propio espíritu.

Tenjo. Es el Zen celeste, los que quieren volverse eremitas, retirarse del mundo, buscar el éxtasis, buscar una condición especial de espíritu. Es también un estado infernal, una fabricación de nuestros deseos. Dogen dice “Nuestras vidas serian espantosas si hubiésemos de sufrir estos cuatro estados, o cualquiera de las ocho condiciones miserables”.

En las ocho condiciones miserables, están los estados infernales más los que habitualmente la gente desea, los que el hombre ordinario ensalza, alaba, ansía. Por ejemplo, una buena salud y abundantes bienes. Para los que son ricos y tienen dinero y buena salud, les es difícil comprender mujo, comprender el valor de la Via. Valor, para ellos quiere decir otra cosa. La educación moderna dirige a los hombres hacia la buena salud, o los bienes abundantes y la longevidad. Para seguir la Via, todo esto no es necesario. Si se está enfermo se puede comprender el propio cuerpo, se puede comprender el propio espíritu. Si se es pobre, es fácil abandonarlo todo. Kodo Sawaki decía “No vale la pena vivir mucho, Si es para ser un gran saco de ilusiones, mejor morirse pronto” Otra condición miserable: Haber nacido antes o después de Buda. Es decir, no encontrar la práctica justa a causa del karma.

Ser demasiado inteligente o demasiado astuto en los asuntos mundanos. Es también un infierno. Los que son así no pueden practicar la Via, no pueden abandonar su ego, no pueden comprender que este ego carece de númen. Por lo tanto, si se habla de zazen seguramente comprenderán la importancia de la Via, la comprenden, pero… Es mejor ser idiota que ser inteligente. La incapacidad física, como ser sordo, mudo o ciego. Estos cuatro estados, estas ocho condiciones miserables, las podemos reconocer en nuestro espíritu. Durante zazen todos estos Zen existen, pero zazen significa parar estas producciones, parar todas las creaciones del ego. Es sentarse de forma inamovible, inquebrantable.

En nuestro espíritu y en nuestro cuerpo, en medio de estos cuatro estados, en medio de estas ocho condiciones miserables, hay que crear la práctica auténtica, seguir la enseñanza transmitida, y realizar la dimensión más elevada de la religión. Esto no puede ser realizado más que por nosotros mismos, Esta cosa última es lo que se llama zazen. Si se practica, si se continua, podemos comprender que los cuatro estados infernales y las ocho condiciones miserables, carecen de númen. En nuestra vida, podemos realizar la cosa más elevada y ser capaces de preparar la comida con nuestras manos para ofrecerla a los tres tesoros. Por zazen, nuestros cuerpos y nuestros espíritus no son detenidos por los límites y las desgracias de nuestra existencia.

Kinshin no es ni la alegría, ni la satisfacción, ni la felicidad, sino el espíritu completamente libre, completamente feliz, inconscientemente, naturalmente, automáticamente.

 Continuará...  

Entradas populares de este blog

Newsletter de Seikyuji - 19 junio 2020