Kusen de Étienne Zeisler sobre el "Tenzo Kyokun" del Maestro Dogen [15/..]

KUSEN

 (enseñanza oral durante zazen)

"TENZO KYOKUN"

del

Maestro DOGEN

Comentarios de Ètienne Zeisler


 [15/..]  

4 de agosto 1986 (10:30 h)

Esta mañana os he leído la historia de Dogen y del viejo tenzo. Es el pasaje más conocido del Tenzo kyokun. Es también muy fácil de comprender. No vale la pena comentarlo. El anciano hace secar sus setas bajo el sol abrasador, como ayer durante zazen, todo el mundo sudaba.

-¿Por qué hacéis esto? Preguntó Dogen,

-Los otros no son yo.

-¿Por qué no dejar hacer a los otros?

-¿Si no lo hago ahora cuando podré hacerlo?

Es un mondo muy simple, muy simple de comprender pero muy difícil de practicar. Ahora todos os habéis vuelto tranquilos. Cada uno ha vuelto a la condición normal. Vuestras posturas, vuestro espíritu, son muy diferentes del principio de la sesshin. Seguramente podréis comprender a través de las células de vuestro cuerpo.

Un Sutra dice: “En este mundo, no hay ningún medio de salvar a los hombres. El único camino para vosotros es descubrir la más alta verdad de la vida. ¿Cuál es esta alta verdad? Es la naturaleza de Buda, la verdad más grande del universo. Zazen en si mismo es Buda.”

Durante zazen podéis observar vuestra conciencia, observar vuestros pensamientos, comprender vuestras especulaciones, vuestros deseos, comprender que vuestro espíritu es como un mono que salta de rama en rama, de pensamiento en pensamiento.

La primera pregunta de Buda fue: ¿Por qué vivimos? ¿Qué es nuestra vida? ¿Cómo resolver el problema de nuestra existencia?

El maestro Kodo Sawaki decía: “No se puede intercambiar ni siquiera un pedo con otra persona”. Si proponéis a alguien: Dame un pedo, os lo devolveré más tarde, y añadiré otro pedo en concepto de interés, resulta imposible.

En la vida del hombre, tal como él la ve, porque es como un mono, todo es negociable -vender, comprar, negociar-. Pero en nuestra vida real es imposible negociar. Incluso con una cosa tan insignificante como un pedo, resulta imposible. No se puede hacer otra cosa que vivir por si mismo, es lo que se llama naturaleza absoluta de la vida. Así pues, nada está excluido de esta vida absoluta, lo que se llama la desgracia y se intenta evitar, lo que se llama felicidad y se intenta atrapar.

El ser humano está siempre sumergido por sus conflictos, por sus preferencias. Intenta negociar, no comprende la naturaleza absoluta de la vida. Por esto en un templo zen, el tenzo cubre las funciones de cocinero.

Dogen dice: “El tenzo no debe dejar a los otros el trabajo que es función suya”. Es decir, que incluso si él quiere, no es posible. Se quiera o no, solamente se puede vivir por si mismo. Esta realidad absoluta no es afectada por ninguna categoría. El trabajo del tenzo no es afectado por lo crudo o lo cocido, por los ingredientes de mejor o peor calidad. En nuestra vida, no nos debe envolver ninguna categoría, el bien, el mal, las opiniones de los otros, ni incluso la santa verdad, ni la buena suerte o la desgracia. Durante zazen podemos realizar esto con el cerebro frontal, se pueden hacer esfuerzos ilimitados para imitar esto, para hacerlo parecido. Pero al final, solamente se estará cansado.

Yo decía que durante zazen, hay que observar nuestros pensamientos, observar nuestro cuerpo, nuestro espíritu. No hay lugar donde pararse. ¿Qué debo hacer? ¿Donde debo ir?¿Que debo creer, practicar? Como si hubiera un lugar, un sitio separado de sí mismo donde tuviera que lanzar mi cuerpo y espíritu. La realidad absoluta de la vida quiere decir que no hay ningún lugar particular, que no hay refugio fuera de nuestra vida. Zazen no es una postura especial, un lugar particular.

Dogen dijo: “Un loco se ve como otro, y un hombre sabio ve a los demás como a él mismo”. El loco se ve a si mismo hombre de negocios, representante, asalariado, parado, etc.… Sin duda todo existe, pero nuestro espíritu no debe se envuelto, inundado por esto durante zazen. Durante zazen, no existe ni enemigo ni amigo, ni suerte ni abatimiento, ni exaltación. Todo lo que pasa, todo lo que aparece, puede convertirse en la realidad más alta.

Cuando Dogen encontró al viejo monje secando setas bajo un sol abrasador, le preguntó: 

-¿Por qué no dejas que haga esto un monje joven?

-Los otros no son yo. 

-Dejadlo para más tarde. 

-Si no lo hago ahora, ¿Cuándo podré hacerlo? Si no comprendéis ahora, ¿cuándo podréis comprender? 

Cada fenómeno de nuestra vida no es ni favorable ni desfavorable. Si comprendéis esto, podéis comprender la realidad absoluta de la vida.

Durante zazen, debéis tener paciencia, no os rasquéis, no penséis:”si no me rasco ahora ¿cuando podré rascarme? Seguid exactamente la postura de zazen.

Un día el monje Gensha dejó el monasterio de su maestro Seppo para visitar otros maestros a fin de encontrar la Verdad. Nada más ponerse en camino se golpeó el dedo con una piedra. El dedo sangraba y Gensha sufría. También comprende, “los otros no son yo”. Tiene completamente el satori, y se dice: “No me dejaré liar nunca más por los otros”.

Poco importa lo que nos suceda en nuestra vida, no hay otra elección que vivir por nosotros mismo. Incluso si es doloroso, incluso a través de un dedo roto, se puede comprender y realizar la naturaleza absoluta de la vida.

 Continuará...  

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