Kusen de Étienne Zeisler sobre el "Tenzo Kyokun" del Maestro Dogen [11/..]

KUSEN

 (enseñanza oral durante zazen)

"TENZO KYOKUN"

del

Maestro DOGEN

Comentarios de Ètienne Zeisler


 [11/..] 

3 de agosto 1986 (07:30 h)

En las frases precedentes Dogen decía: “Si permanecemos concentrados en nuestras acciones, podemos igualar a los antiguos patriarcas. Debemos aspirar al ideal más elevado sin volvernos arrogantes en nuestro comportamiento. Si se permanece ignorante, es porque nuestro espíritu está turbado, porque es como los caballos que corren por el campo, como los monos que saltan de árbol en árbol. Si solamente pudiéramos retroceder, dar un paso atrás, y reflexionar en calma sobre el caballo y el mono, nuestras viadas, naturalmente, se volverían unidad con todas las cosas. Es así como cambiamos los fenómenos y como simultáneamente somos cambiados por ellos.

Es vital, primordial, que aclaremos y armonicemos nuestra vida con nuestras acciones, y que no olvidemos el ideal, ni el absoluto, ni la realidad. De esta manera, coger una simple brizna de hierba, es también dirigirse hacia la Vía de Buda. En definitiva, es así como Buda puede actualizarse a través de la brizna de hierba, es un poder que no podéis coger. Aparece naturalmente, inconscientemente, automáticamente. A medida que este poder actúa en nuestras vidas, ilumina todas nuestras actividades y beneficia a todos los seres sensibles”

El Tenzo Kyokun, es la enseñanza de Dogen al responsable de la cocina. La enseñanza del zen a través de las circunstancias de nuestra vida, no solamente en zazen o en kin-hin, debe existir en todas las acciones de nuestra vida.

He dicho durante la preparación: “El Dharma debe pasar delante del ego”. Sin embargo el primer día de sesshin algunos han permanecido en la cama. Es el ego quien cambia al Dharma. Si seguís el ritmo de la sesión, os levantáis con la campana. Con la madera venís al dojo. Con el sonido del metal os dirigís al comedor a cantar el Busho Kapila. Es el Dharma el que tira del yo.

Continuar la práctica no es fácil. Hacer zazen una vez o dos es fácil, pero la repetición es difícil. Cada cual tiene un ego fuerte, la educación, la sociedad, desarrolla este ego, ir a contracorriente es muy difícil. Solamente las personas fuertes que quieren orientarse hacia la Vía, pueden ser conducidas por el Dharma. 

El maestro Kodo Sawaki decía: “Vestir el kesa, raparse la cabeza, hacer zazen, es la felicidad más grande de nuestra existencia”. Incluso los debutantes se han puesto un kesa, un kolomo para esta sesshin, antes iban con camiseta. Es el Dharma que se fortalece y el ego que se debilita.

Dogen enseña al tenzo la manera por la cual podemos cambiar los fenómenos. Debemos ser comidos por zazen. No somos nosotros quienes debemos comernos al zazen. Si reflexionáis sobre vuestro espíritu, podéis verlo semejante al caballo o al mono. Durante la fiesta, no podéis comprender, tomar conciencia. Durante zazen, en el dojo podéis ver vuestro espíritu objetivamente. Si se da un paso atrás, automáticamente el Dharma pasa delante.

Cuando hacéis zazen en este dojo, obtenéis el satori. Zazen en si mismo es el satori. Cuando hacéis zazen, naturalmente seguís la Vía más alta, podéis seguir el orden cósmico. El ego y el orden cósmico pueden volverse unidad. Zazen es muy diferente de todas las otras prácticas, de todas las otras religiones. Realizar la comprensión más elevada, la más alta aquí y ahora, volverse unidad con Buda, con Dios, aquí y ahora abandonarlo todo, metamorfosear el propio cuerpo y espíritu. No es posible comprenderlo con el cerebro, por la razón, el estudio, la emoción.

Cuando hacéis zazen vosotros mismos os volvéis Buda, os volvéis unidad con todas las existencias del cosmos, con el viento, las montañas, los ríos, los árboles, los animales. Todo se vuelve unidad. El satori de Buda es vivir en el infinito, la eternidad aquí y ahora. Durante un sesshin, seguramente podréis realizar esta Vía.

Durante la fiesta algunos me han dicho: “El Tenzo Kyokun no es muy profundo. Es un poco superficial. No es interesante, me molesta. El arroz no es interesante”. Espero que durante esta sesshin podáis realizar el Tenzo Kyokun con vuestro cuerpo y vuestro espíritu. Realizar que vuestro gran saco de piel pestilente no es diferente de Buda, y comprender que Buda se manifiesta en una simple hoja de ensalada. Si no seguís más que al caballo y al mono, no podréis jamás comprender, aunque practiquéis durante años.

Algunos me han dicho: “El kusen es demasiado ruidoso, me molesta”. Es mejor ser molestado por la Vía que seguir vuestros propios pensamientos. Sea lo que sea, solo podéis comprender desde el fondo de vuestro espíritu, desde el fondo de vuestra consciencia durante zazen, y después actualizarlo en vuestra vida cotidiana. La ceremonia de esta mañana será para todos los que no comprenden. Será un kito para cambiar su espíritu, para que puedan encontrar la felicidad eterna. 

 Continuará...  

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